Reflexiones de una Mujer de 45: Lecciones de Vida y Relaciones

cuandomedicuenta episodio2 podcast Aug 26, 2024

 

 

Dedicado a July y Su 

Por Daiana Lozano 

Escribo este blog pensando en todo lo que me hubiera gustado saber sobre mí misma y sobre las relaciones cuando tenía 20 años. Hoy, a mis 45 años, acabo de terminar mi segundo matrimonio, la relación que ha sido más significativa hasta la fecha. Sin embargo, he tenido varios maestros en diferentes etapas de mi vida. Muchas de sus enseñanzas las comprendí hace muy poco, y siento que aquí radica un gran aprendizaje. 

Cada relación es una oportunidad para aprender sobre uno mismo y entender qué es lo que realmente queremos. Hoy entiendo que no es necesario aprender con dolor y decepción. Si nos mantenemos alertas a nuestros sentimientos y comprendemos que la calidad de nuestras relaciones tiene mucho que ver con nuestra información, en su mayoría inconsciente, podemos ir descubriendo y aprendiendo, tomando decisiones a tiempo y evitando construir nuestras propias jaulas de las que luego sea muy complicado salir. 

Inspirada en un podcast que hice hace unos meses, dedicado a mis sobrinas y a todas las mujeres que, como yo, compartimos una creencia, ya sea consciente o inconsciente de que “todos son iguales”, hoy me atrevo a preguntarme ¿no será que todas las mujeres que elegimos a este tipo de hombres "todas somos iguales"? Decidí hacer un poco de autocrítica a través de la escritura y compartir mis pensamientos acerca de esto. 

Cuando escuché esta frase, pensé en el poco poder que creemos tener frente a esta situación y, aún más, en la poca responsabilidad que asumimos ante nuestras propias elecciones. 

Hablo de poder sobre la situación, porque HOY somos nosotras las madres de esos hombres que se convertirán en los esposos de las mujeres del mañana. 

Hablo de responsabilidad en nuestras elecciones, porque, en el momento de elegir marido o compañero, se nos olvida ser agudas y observar a ese ser humano en todo su contexto, con sus luces y sus sombras, para así determinar si puede ser el compañero de nuestra vida. 

Desde 2019, he venido incorporando a mi vida un concepto llamado conciencia de unidad. Este principio se basa en que somos parte de una totalidad, que influimos en ella, que todo lo que se manifiesta en mi vida es resultado de mi información, en gran parte inconsciente. No soy víctima de mis circunstancias, sino creadora y responsable de ellas. Este ha sido el recurso que me ha devuelto el poder como ser humano creador de mi realidad, y lo uso siempre que las situaciones difíciles se presentan en mi vida. 

Si conecto la creencia de "todos son iguales" con el principio de unidad, se puede decir que todas las mujeres que elegimos hombres infieles como compañeros, en gran parte compartimos la misma información, consciente o inconsciente. 

Y cuál podría ser esta información que se nos manifiesta de manera visible en nuestras vidas a través de nuestras parejas, casi como una profecía autocumplida. 

 

De pronto compartimos:  

  • Que tuvimos un padre tremendamente infiel. 
  • Una niñez llena de discusiones entre papá y mamá por este motivo. 
  • Madres sin libertad financiera para irse. 
  • Madres con libertad financiera pero esclavas de creencias que las limitaban para irse. 
  • Madres llenas de hijos que no podían mantener por si solas o que no podían educar por sí solas. 
  • Madres que a pesar de las repetidas infidelidades volvían a compartir la cama con sus maridos Y SEGURAMENTE ENCARGABAN OTRO HIJO. 
  • Madres que en nombre de sus hijos decidieron quedarse en un matrimonio así. 
  • Madres tristes. 
  • Madres que no se desarrollaron en otras áreas de su vida. 

 

O será que también compartimos algunas creencias arraigadas de nuestra cultura:  

 

  • Valemos porque conseguimos un marido. 
  • Es mejor estar con alguien así que quedarnos solas criando a los hijos. 
  • Es mejor estar con un marido así, siempre y cuando la tarjeta de crédito funcione y pueda irme de viaje y comprar lo que quiera. 
  • Prefiero esto a dejarle a otra lo que es mío y de mis hijos, etcétera, etcétera. 
  • ¡O peor aún! Nos persigue lo que en economía se llama el "principio de escasez": ¡los hombres se están acabando! 

 

Y aun así somos las madres de los próximos maridos y ellos han crecido viendo este ejemplo, y las madres de las próximas esposas que han crecido con este ejemplo, por este motivo asumo esto como una responsabilidad, repetir los errores de nuestras madres no es la opción y les entrego estos consejos o aprendizajes (a mis sobrinas), que hacen parte de lo que me hubiera gustado saber a mis 20 años. Si ven alguno de estos patrones de comportamiento en sus vidas, no duden en actuar. A veces, lo mejor que podemos hacer es salir corriendo. 

 

 

9 consejos para vivir en Coherencia 

1. Conéctate contigo misma: Antes de todo, aprende a entenderte y a conectar contigo misma. La autocomprensión es la base para tomar decisiones alineadas con tu verdadero ser. 

2. Decide lo que quieres y cómo lo quieres: Aprende de cada una de tus experiencias y toma nota.  

3. Sé coherente: No sostengas situaciones que te resulten insoportables, sea lo que sea. Aquí algunos ejemplos: 

  • Evita ir a lugares que no te gustan solo para agradar a otros. 
  • No cambies aspectos de ti misma para complacer a los demás; haz cambios solo si tú lo decides por ti misma. 
  • No te "sacrifiques" por otros y menos a costa de tu bienestar. 
  • No te autoengañes para soportar situaciones insoportables como la falta de respeto, la soledad, el abandono o la indiferencia. Si no te sientes en paz, siéntete libre para salir de ahí. 

4. No intentes cambiar al otro: Nadie cambia a nadie. Si te casas con alguien con un problema serio, como el alcoholismo u otro, recuerda que no es tu responsabilidad rehabilitarlo. Ese no es tu asunto, no te metas ahí. 

5. No permitas que te quieran cambiar: Si alguien te critica constantemente y quiere cambiarte, ábrele la puerta para que se marche y encuentre lo que está buscando en otra parte. ¡Y no pasa nada! 

6. No proyectes al “hombre ideal” en tu pareja: Ve a tu pareja como realmente es, sin autoengaños. Si es mujeriego o está casado con su trabajo, con su deporte favorito o, peor aún, con su madre, lo más probable es que lo siga estando el resto de su vida. Huye de ahí. 

7. No te engañes: No creas que, porque él te ama, no te hará lo que le hizo a la anterior pareja. Todos repetimos patrones y menos si no hemos trabajado en nosotros mismos.   

8. Elige bien al padre de tus hijos: Piensa en el ejemplo que quieres dejar a las siguientes generaciones. Está en tus manos elegir con cuidado. 

9. Recuerda el primer y más importante amor: El amor más importante es el que tienes contigo misma.  

Te invitamos a oír nuestro Podcast Cuando me di Cuenta, episodio A Mis Sobrinas, y por favor NO repitamos la historia de nuestras madres, tampoco nos polaricemos, el mejor camino está en el punto medio.